miércoles, 2 de agosto de 2017

Los elementos de la música. El ritmo.



El ritmo es la fuerza vital de la música, de hecho no hay música sin él.
Hay culturas como la africana que basan toda la suya en variaciones rítmicas. Para los europeos es también muy importante, aunque el principal elemento sea la melodía.

Para que exista tenemos que encontrar algo que se repita y algo que contraste con él. 
Me explico, un sonido continuo y sin variaciones, o un silencio; no producen ritmo. Si  ese sonido lo cortamos en porciones y las alternamos con silencios ya se produce una sensación rítmica, como ocurre con el segundero de un reloj o el latir del corazón.

 La música, como todo lenguaje, necesita organización; en el caso del ritmo, éste se organiza de la siguiente manera:

Para lograr que los sonidos aparezcan cuando se necesita, y no antes o después, hay que medir el tiempo. Medir con un reloj no sirve, intentad dar un sonido de 0,8 segundos o esperad 2,34 para dar una palmada, es muy difícil.
 La música tiene su propia unidad de medida, es el pulso. Aunque parezca extraño todos lo llevamos dentro, sin haber oído hablar de él. Cuando entramos en cualquier lugar y la música nos hace subir y bajar un pié, estamos marcando el pulso. 
El pulso a diferencia del segundo es variable. Una hora son 3600 segundos en cualquier parte del Universo. El pulso es más lento en algunas obras que en otras.

Los pulsos no tienen todos el mismo volumen, como tampoco lo tienen las sílabas en el lenguaje hablado, por ejemplo cante y canté. En el caso de los pulsos también existe el acento y en torno a ese acento se organiza el ritmo.

El pulso no se presenta en unidades sino que lo hace en paquetes de diferente cantidad.
Estos paquetes son los compases. Dentro de ellos las repeticiones y los contrastes se organizan y se combinan de muchísimas maneras, de ahí que haya tantos ritmos diferentes. Sin embargo no hay tantos tipos de paquetes, si clasificamos los compases por el número de pulsos hay básicamente tres:
Binarios o de dos pulsos. Uno fuerte y otro débil.
Ternarios o de tres. Uno fuerte y dos débiles.
Cuaternarios de cuatro. Uno fuerte y tres débiles.
(Estos tipos básicos se pueden combinar de diferentes formas).
Hay que aclarar que todos los instrumentos y voces que participan en una obra deben respetar y trabajar dentro del ritmo de la obra, aunque unos tienen más importancia rítmica que otros.
Para finalizar decir que el ritmo se puede interpretar de dos formas :
Marcándolo claramente, con uno o varios instrumentos. Es lo habitual en la mayor parte de la música pop, usando el término correcto explícitamente.

Sin marcarlo, dejarlo de forma implícita de tal forma que ningún instrumento lo señala. Como pasa en buena parte de la música clásica.

No hay comentarios:

Publicar un comentario