La
música es divertida. Para todos hay, al menos, una clase que nos
motiva y nos distrae. Entonces, si yo ya me divierto, ¿para qué
estudiar música?
Muchas
personas saben tocar un instrumento, en general, todos nos hemos
divertido alguna vez cantando o tocando en una fiesta, trabajando o en la ducha. Pero si no quiero ser
músico ¿para qué voy a estudiar música?
Esa
parece ser la pregunta: ¿por qué tengo que estudiar música?. Bien
hay muchas razones ahí van unas cuantas.
A) En
primer lugar, la mayoría de las personas sabe oír música, en
este blog os enseñaremos a escucharla. ¿Qué diferencia hay
entre oír y escuchar? Oye esta música:
¿Podrías
decir cuántas veces se ha repetido el estribillo? Pon de nuevo el
vídeo y fíjate.
Esa es
exactamente la diferencia, para oír basta tener oído, para escuchar
hay que prestar atención. Cuando lo intentes te encontrarás con un
problema y es que sin darte cuenta te distraes, pues te falta capacidad de
concentración.
La
música desarrolla mejor que otras actividades esta cualidad (además
te diviertes) y sin capacidad de concentración no se puede estudiar.
B) Cuando
nos enfrentamos por primera vez a una obra musical, nunca nos gusta
tanto como cuando la hemos oído varias veces. ¿Por qué? Necesitamos aprendernos, al menos, parte de las obras para poder
disfrutarlas por completo, para ello las guardamos en la memoria.
Escuchar música desarrolla la memoria, que también es útil para
estudiar.
C) La
música es un lenguaje abstracto, es decir no tiene un significado concreto, una obra puede ser marcadamente triste, pero sin letra no podemos saber la causa de esa tristeza.
Ahora
vuelve a oírla mientras lees esta historia:
Trescientos
kilómetros, algo menos de tres horas.
Llegaré con el amanecer y hoy
es domingo. Apenas habrá alguien paseando al perro por la calle y la
mañana, tranquila, te habrá despertado suavemente. La casa olerá a
café recién hecho y a gel de ducha. Si puedo trataré de
sorprenderte, ojalá tengas puesta la radio para que las voces
oculten mis pasos. Pero ahora duerme. Trescientos kilómetros, algo
menos de tres horas.
Inventa
tú otra mientras la vuelves a oír.
D) Hacer
el esfuerzo para entender la música desarrolla la inteligencia.
Simplemente intenta contar el número de voces que hay, ese esfuerzo hará a tu cerebro más potente, como correr fortalece el corazón.
E) Por
último, piensa en una canción que te guste.
Bien, ¿es buena o
mala? Razona
por qué y no vale decir porque me gusta. El Villaverde no juega mejor
que el Barça porque sea de tu pueblo, ni un juez puede condenar a
alguien porque le caiga mal.
Aquí
os daremos las razones de por qué una pieza es buena o mala y eso os
dará la posibilidad de elegir con criterio, es decir os hará más libres.
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