Antes
de empezar es bueno advertir de que en cualquier estudio histórico
se hacen referencia a fechas. Unas son muy exactas, como el día en
el que Colón llegó a América, 12-10-1492. Otras son más
inexactas, son las que hacen referencia a comienzos y fines de
periodos, el fín de la Edad Moderna por ejemplo. Los procesos de
cambio en la historia pasan poco a poco, por lo tanto no hay un día
en lo que todo ocurre. Nadie se acuesta en la Edad Media y se
despierta en la Moderna.
La
música en la Edad Media.
La
Edad Media es el periodo de la historia de Europa que se desarrolla
entre el año 500 y el 1400. Como es tan largo podemos dividirlo en
dos peiodos:
Primer
periodo.
Transcurre
entre el 500 y el 1000.
Es
una época de gran pobreza económica, como prueba la inexistencia de
grandes edificios (salvo en Al-Andalus).
Esta
falta de recursos se traslada a la cultura, así solo los altos
cargos de la Iglesia poseían algo de formación, el resto no sabía
ni leer, ni siquiera los reyes.
Canto
Gregoriano
El
único fenómeno musical que conocemos es él y solo desde el siglo
IX.
Es
un canto religioso que los monjes (no los fieles) realizaban varias
veces al día. Su función es similar a la de las procesiones de
Semana Santa, alabar a Dios. Por lo tanto es una música muy seria,
alejada de todo lo que recuerde a las fiestas y bailes. Está hecha
para que alguien con una profunda fe en Dios se acerque a Él,
meditando y concentrandose. Es una música sagrada.
Sus
características son:
Es
monódica, aunque haya más de un cantante todos hacen la misma nota.
Es
vocal, no hay instrumentos.
No
tiene un ritmo marcado, este fluye con el de la palabra.
Su
letra está en latín.
En
este periodo en Al-Andalus, la música alcanza un elevado nivel
técnico que servirá de modelo a fenómenos posteriores, pero sus
compositores e interpretes no quisieron escribirla por lo que no
conocemos sus características.
Segundo
periodo.
Entre
el año 1000 y el 1400.
Europa
se recupera económicamente poco a poco. Aunque el 90% de la
población sigue viviendo casi en la miseria, los nobles, alto clero
y los poderosos de las ciudades pueden acumular grandes riquezas.
Esto
se nota en la cultura y el arte. Es la época de los castillos y las
catedrales.
En
música se caracteriza por dos fenómenos.
El
movimiento de los trovadores.
Los
nobles de este periodo, no solo son más ricos sino que también más
cultos.
De
entre sus filas nacen los trovadores, quienes son unos músicos y
poetas que le cantan al amor y a las batallas.
Son
la primera música profana (no religiosa) que conservamos. Sus
características son:
El
ritmo está marcado, algunas incluso son piezas de baile.
Aparecen
instrumentos generalmente como acompañantes.
Aunque
parezca polifonía, no lo es, pues los instrumentos tocan lo mismo
que las voces.
Los
idiomas son muy variados, latín, oc, francés, gallego, alemán...
El
nacimiento de la polifonía.
Es
el otro gran invento de la época, consiste en el canto con varias
voces, que dan notas diferentes, a la vez, la polifonía. Es un
fenómeno urbano pues nace en las catedrales y en sus escuelas es
donde se investiga qué notas suenan
bien
juntas y cuáles no.
Empieza
siendo muy sencilla, con voces con ritmos paralelos. Es el “Ars
antiqua”.
En
este estilo destacan Leonin
Y
Perotin.
Cuando
las voces se hacen más diferentes unas de otras nace el “Ars
nova”.
Uno
de los primeros es Philipe de Vitry.
Uno
de los mejores es Guillame de Machaut.
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